03 mayo 2009

Confesiones de invierno en otoño

En media hora dejo atrás el ahogo temporal que tiene el domingo. Aunque la noche aun tiene horas a su favor, dejo de ser la víctima dominical que se angustia por un futuro sin resolver. Debo confesar que un llamado me cargó de energía, y que un mail me brindó armas para sobrellevar las últimas horas del día. Ahora con la energía del llamado y un disco que me regaló el mail, me entrego al sueño, o quizás solo a la cama, para esperar que la luz del día desvanezca el denso aire que deja este domingo.

3 comentarios:

Silvia dijo...

¡ Cada día escribís mas "Bonito"
¿ que tal un taller literario donde explotar todo ese talento ?

Ele dijo...

Gracias!!! Que bueno que te guste!, nunca me lo planteé, quizás porque soy demasiado autoexigente, y no me creo dueña de talento alguno. Lo voy a pensar...

El payador dijo...

Adelante con lo del taller literario.
Escribís muy bien y tenés mucho por expresar.
Coincido con Silvia
BESOOOOO