Confesiones de invierno en otoño
En media hora dejo atrás el ahogo temporal que tiene el domingo. Aunque la noche aun tiene horas a su favor, dejo de ser la víctima dominical que se angustia por un futuro sin resolver. Debo confesar que un llamado me cargó de energía, y que un mail me brindó armas para sobrellevar las últimas horas del día. Ahora con la energía del llamado y un disco que me regaló el mail, me entrego al sueño, o quizás solo a la cama, para esperar que la luz del día desvanezca el denso aire que deja este domingo.
3 comentarios:
¡ Cada día escribís mas "Bonito"
¿ que tal un taller literario donde explotar todo ese talento ?
Gracias!!! Que bueno que te guste!, nunca me lo planteé, quizás porque soy demasiado autoexigente, y no me creo dueña de talento alguno. Lo voy a pensar...
Adelante con lo del taller literario.
Escribís muy bien y tenés mucho por expresar.
Coincido con Silvia
BESOOOOO
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